Por Eddy Luis Nápoles Cardoso
En las memorias del atletismo olímpico británico se recogen esporádicas actuaciones en la prueba de decathlon, hasta Montreal 1976. Howard Ford no lograba finalizar en Ámsterdam 1928, Geoffrey Elliott era noveno en Helsinki 1952, mientras que Clive Longe se ubicaba decimotercero en México 1968 y Barry King, lograba el puesto 15 en Münich 1972, pero la mencionada cita canadiense fue el escenario del nacimiento de una estrella que cambiaría la historia británica y del mundo en esta prueba, Francis Morgan “Daley” Thompson.
Thompson, de padre nigeriano y madre escocesa, nació en Notting Hill, Londres, el 30 de julio de 1958. De pequeño fue enviado a estudiar a Farney Close Boarding School, en Bolney, un centro dedicado a jóvenes con ciertos trastornos disciplinarios. El acercamiento al deporte se produce en la Farney School, lo hace jugando fútbol, pero su portentoso físico lo fue inclinando hacia el atletismo, con las pruebas de velocidad, hasta la llegada de Bob Mortimer, entonces entrenador del Club Essex Eagles, quien lo introduce en el decathlon.
El estreno competitivo de Thompson, pudiera estar ubicado en la localidad galesa de Cwmbran, el 23 de mayo de 1976, cuando hace 7684 puntos (1). Luego tuvo la primera oportunidad olímpica, a los 18 años, en Montreal, donde se ubicó decimoctavo (7434), momento en el que fue “ojeado” como el posible sucesor, por el titular, el estadounidense Bruce Jenner (actualmente Caitlyn Jenner), quien posterior a los Juegos, lo invitó a una “estancia” de tres semanas en su casa. El epílogo de la temporada llegó en Talence, cuarto con cuota personal de 7905 puntos.
Con la llegada de la temporada 1977, Thompson supera los 8 mil puntos por primera vez, acontecimiento que tiene por escenario a Madrid (25 y 26 de junio), durante una cuadrangular (Gran Bretaña, Italia, Dinamarca y España), allí hace 8056 unidades. Un mes antes había debutado con el cuarto puesto (7921) en la meca de las pruebas múltiples, Götzis. Cerrando el año con el triunfo en Sittard (Países Bajos) y marca personal de 8082 puntos.
El año 1978 constituyó el de la consagración para Daley Thompson en el decathlon, su mayor éxito fue el triunfo en los Juegos de la Commonwealth en Edmonton (8470w), respaldado por dos segundos lugares, en el europeo de Praga (8258), detrás del soviético Aleksandr Grebenyuk (8337) y en Götzis (8226), aquí adelantado por uno de sus enconados adversarios, a partir de ese momento, el alemán Guido Kratschmer (8411).
En 1979, por una lesión, Thompson no pudo concluir una prueba en Flein (Alemania), alteración que le imposibilitó, realizar el decathlon durante el resto de la temporada, pero reafirmó sus potencialidades en pruebas de velocidad, uno de sus “platos fuertes”, con 10.45 en 100 (Flein) y 20.88 en 200 metros (Crystal Palace, Londres).
Durante 1980, año olímpico, Thompson acostumbrado a realizar tres decathlones anuales, se dedicó a prepararse para la cita olímpica en Moscú, por lo que hizo solo una prueba previa, eligiendo a Götzis, venciendo allí con autoridad y enviando una señal a sus adversarios, al totalizar 8648 puntos, nuevo récord mundial, 223 unidades sobre Kratschmer y 371 más que Jürgen Hingsen, atrás quedaron también el austriaco Jozef Zeilbauer (8190), los soviéticos Yuriy Kutsenko (8166) y Aleksandr Nevskiy (8007).
mpson vio peligrar su asistencia a Moscú, al Gran Bretaña secundar el boicot de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de la entonces capital soviética, pero Daley Thompson y otras estrellas del atletismo británico desobedecieron las “recomendaciones” de Margaret Thatcher y se presentaron bajo la bandera del COI. Allí sacó con comodidad su primer título olímpico, acumulando 8522 puntos, basando el triunfo en los 100 metros (10.62), salto de longitud (8.00m) y 400 metros (48.01), pruebas que lideró; en segundo puesto, a 153 puntos, quedó Kutsenko (8369), más alejado, tercero se ubicó el otro representante local, Sergey Zhelanov (8135).
En el año post olímpico, Thompson se tomó un “descanso”, solo compitió en un meeting, en Saskatoon versus Canadá, venciendo con 7936 puntos. La temporada de 1982 fue fructífera para Daley Thompson, inició recuperando el récord mundial en Götzis, con 8730 puntos (Kratschmer, 8667, lo poseía desde el 14 de junio de 1980) y derrotando allí nuevamente a Jürgen Hingsen (2). Hingsen había implantado récord mundial (8741) en Ulm (15/08). A principio de septiembre (8) se coronó a nivel europeo en Atenas, con otro récord mundial (8774) y una nueva victoria sobre Hingsen (8530). El cierre llegó en octubre con el título (2) de la Commonwealth en Brisbane (8424).
La temporada de 1983 se presentaba compleja para Thompson, con el mundial de Helsinki en la visual y el alemán Jürgen Hingsen disputándole la supremacía de la prueba. Hingsen había establecido cuota mundial en Bernhausen (5 de junio) con 8825, pero conociéndose ambos, los enfrentamientos solo estaban reservados para los grandes eventos. Thompson dirigió sus miradas hacia la cita mundial, probó sus armas en Etobicoke (Canadá), venciendo con 8509. En Helsinki, ante la presencia de Thompson (8714), sucumbieron Hingsen (8599), cuarta derrota vs Daley; sus paisanos Siegfried Wentz (8513) y Uwe Freimuth (8469), entre otros.
En 1984, año olímpico, mientras Hingsen volvía a elevar la cuota mundial hasta 8832 puntos, Mannheim, 9 de junio; Thompson se había trasladado a California para irse aclimatando al caluroso verano angelino, sede de la cita estival y aprovechó la estadía californiana para realizar algunos “ajustes”, corrió 10.36 (100 metros) en Pomona. En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, terceros para Daley Thompson, al término del primer día, el parcial favorecía al decatleta británico (4677 por 4573), con 104 puntos sobre el alemán; luego de los dos primeros eventos del segundo día (110c/v y disco), Hingsen redujo a solo 11 puntos, la diferencia, 6408 por 6397, pero Thompson apeló a la pértiga (5.00 x 4.50) y jabalina (65.24 x 60.44) para apuntalar su triunfo, con 234 puntos de ventaja, margen que Hingsen no pudo descontar, a pesar de sus 4:22.60 en 1500 metros. Thompson totalizó 8847 unidades para su segundo título olímpico, igualando a Bob Mathias (Londres 1948 y Helsinki 1952), mientras tres alemanes ocupaban los puestos del segundo al cuarto, incluido Hingsen (8695), que archivaba el quinto revés versus Thompson; Siegfried Wentz (8416) y Guido Kratschmer (8357).
Concluido el decathlon (9 de agosto), al día siguiente, Thompson tenía “responsabilidades” con la posta 4×100 británica, era el arrancador de la cuarteta que integraban, además, Donovan Reid, Mike McFarlane y Allan Wells. Realizaron tres carreras, con el mejor crono en semifinal (38.68), para luego ubicarse séptimo en la final (39.13).
La última temporada exitosa para Daley Thompson, fue la de 1986, donde conquistó por tercera ocasión (consecutiva) el título de la Commonwealth, ahora en Edimburgo (8663), en la capital escocesa volvió a intervenir en la posta 4×100 (Lincoln Asquith, Mike McFarlane y Linford Christie), logrando el segundo puesto (39.19). Pero su principal evento fue el Campeonato Europeo de Stuttgart, allí enfrentó y derrotó por sexta y última oportunidad a Jürgen Hingsen (8730) y lo hizo con su segundo mejor decathlon, 8811 puntos, incluyendo, 10.26 en 100 metros y 14.04 en 110c/v, ambas cuotas personales; también se colgó al cuello medalla de bronce en el relevo 4×100 (Elliot Bunney, Mike McFarlane y Linford Christie).
El mundial celebrado en Roma (2), en 1987, puso fin a un hito del atletismo en esa época, es que allí, Daley Thompson cayó estrepitosamente al noveno lugar (8124), con ello perdía la invencibilidad que mantuvo desde 1980, pero su principal adversario en esos años, Jürgen Hingsen no pudo disfrutar a plenitud ese descalabro, había quedado eliminado por tres salidas nulas en los 100 metros. Era el principio del fin, al año siguiente, aunque estuvo mejor, quedó cuarto en los Juegos Olímpicos de Seúl (8306). El portentoso atleta, que sirviera de superhéroe en algunos videojuegos “montados” por la compañía Ocean (Spectrum), Daley Thompson´s Decathlon, Daley Thompson’s Super Test y Daley Thompson’s Olympic Challenge, vio llegar así el final de su era. Todavía en 1992 encontró fuerzas y se citó en el Crystal Palace (Londres) para intentar vencer la mínima camino a Barcelona, pero no pudo concluir la prueba, que años atrás iniciaba la ruta triunfal en el decathlon, los 100 metros.
Durante su época de atleta, Daley Thompson estuvo “envuelto” en sus polémicas excentricidades, quizás, la primera llegó en 1978, con el primer triunfo importante, los Juegos de la Commonwealth en Edmonton, cuando expresó su negativa a cenar con el resto de los ganadores, objetando que lo haría con su tía Rayment Doreen, quien era su guardiana desde 1974.
En 1980, ante el boicot estadounidense a los Juegos Olímpicos de Moscú, secundado por varias naciones, entre ellas Alemania, país natal de su principal adversario en ese momento (Guido Kratschmer), al respecto, Thompson dejó su impronta en el Sunday Times “…todo el mundo conoce las fechas y el campeón olímpico es el mejor que hay en ese momento. No es bueno estar a 8.000 millas y decir “habría ganado si hubiera estado allí””.
Por sus méritos, Thompson fue elegido para portar la bandera británica durante la ceremonia de apertura en los Juegos de la Commonwealth en Brisbane (1982), pero el natural de Nothing Hill se negó, alegando “…pues porque a mí no me gustan esas ceremonias que duran tres horas, más otras dos que tienes que estar antes. Pierdes medio día cuando tienes que estar a tope dos días después”.
Para Los Ángeles 1984, la rivalidad Thompson-Hingsen alcanzaba su mayor cumbre, el alemán herido por varias derrotas ante el británico, andaba con el récord mundial a cuesta, mientras Thompson se dedicó a prepararse, radicándose con bastante antelación en esa urbe californiana. Momento en el que fue interpelado por un reportero de Sport Illustrated, quien lo interrogó sobre las opciones que tenía Hingsen de ganar el título olímpico, la respuesta de Daley fue tajante y certera, “…tiene dos opciones, una, robármelo después que yo lo gane y dos, irse a competir en otro deporte”. Otros roles protagónicos de Thompson en Los Ángeles estuvieron relacionados con la llamada “noches de las camisetas”, donde la suya expresaba “Gracias EE.UU por estos Juegos” y al reverso se leía “¿pero qué hay de la cobertura televisiva?”. Por último, durante la conferencia de prensa posterior al triunfo, se abrió la chaqueta y en la camiseta expresaba “El segundo mejor atleta es gay”.
La del cierre acontece en la previa del Campeonato Europeo de Stuttgart en 1986, donde sus principales adversarios eran los locales Jürgen Hingsen, Siegfried Wentz y Guido Kratschmer, Thompson provocativamente explicó porque no podían ganarle; “Hingsen demasiado alto y guapo, Wentz demasiado inteligente y Kratschmer demasiado viejo”, “voy a ganar yo porque soy bajito, feo y negro”
Con sus excentricidades o polémicas, como quieran llamar las “candangas” que montaba Thompson, esto no le resta méritos para ser considerado uno de los mejores atletas de todos los tiempos, tal es así que fue condecorado con la Orden del Imperio Británico en sus diferentes grados, Miembro (MBE) en 1982, Oficial (OBE) en 1986 y Comendador (CBE) en 2000.
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