Por Eddy Luis Nápoles Cardoso

La llegada de una nueva edición olímpica trae consigo la posibilidad que se produzcan grandes momentos en materia competitiva y París 2024, no será la excepción, todo lo contrario.

El atletismo olímpico, a celebrarse en el Stade de France, en Saint Denis, entre el 1 y 8 de agosto, promete ofrecer varios momentos trascendentales, que pudieran quedar insertados en el firmamento atlético. Nombres como los de Noah Lyles, Armand Duplantis, Eliud Kipchoge, Jacob Ingebrigtsen, Karsten Warholm, Jordan Díaz, entre los hombres y Sydney McLaughlin-Levrone, Femke Bol, Faith Kipyegon, Sha’Carri Richardson, Sifan Hassan, por las mujeres, deben ocupar los principales cintillos noticiosos en los próximos días.

Desde la última presencia olímpica de Usain Bolt, acontecida en Río 2016, el trono de la velocidad (100 y 200 metros) ha quedado sin un dueño categórico. A este sitial parece encaminarse el estadounidense Noah Lyles (27 años), aunque a nivel olímpico, solo atesora bronce en Tokio 2020 (200 metros), el muy promocionado Lyles cosecha cinco títulos mundiales, uno en 100 metros (Budapest 2023), tres en 200 metros (Doha 2019, Eugene 2022 y Budapest 2023) y uno en 4×100 (Doha 2019), que lo coloca como el principal candidato a optar por los títulos en 100, 200 metros y relevo 4×100. Rivales no le faltarán a Lyles en su camino hacia la cima del podio en ambas pruebas individuales, con los jamaicanos Kishane Thompson (9.77) y Oblique Seville (9.82), el kenyano Ferdinand Omanyala (9.79), en 100 metros y su compatriota Kenny Bednarek (19.59) o el botsuano Letsile Tebogo (19.71), en 200 metros. Para Lyles, ganar los tres títulos no significará suplantar a Bolt, solo es agrandar su historial atlético.

A diferencia de otras pruebas, en el salto con pértiga, toda la atracción se centra entre el sueco Armand Duplantis y la altura de la varilla; actualmente “Mondo” Duplantis carece de rivales que le pudieran estropear su segundo título olímpico (Bob Richards, único con dos títulos), solo el estadounidense Chris Nilsen le acompaña sobre los seis metros en la presente temporada, por lo tanto, Duplantis con su pértiga enfocada en los 6.25, pudiera darse el lujo de comenzar la competencia cuando la mayoría de sus rivales hayan “empaquetado” el implemento e intentar luego una nueva cuota mundial y olímpica.

El kenyano Eliud Kipchoge mantiene un abrazo con el mítico Abebe Bikila y el alemán Waldemar Cierpinski, como los únicos que han repetido el título olímpico en la prueba de maratón; Kipchoge tratará ahora de colocarse en París como líder absoluto. Quizás el principal rival del afamado corredor kenyano no esté en algunos de los atletas presentes en la carrera, incluye al etíope Kenenisa Bekele, pero si lo sea el emblemático recorrido diseñado para la ocasión, que incluye entre otras novedades, unos 438 desniveles negativos (subidas).

Entre demostraciones de poder y de palabras lanzadas de ambas partes, la final de los 1500 metros, entre los hombres, promete ser todo un acontecimiento, con el noruego Jacob Ingebrigtsen como protagonista principal y la dupla inglesa integrada por Josh Kerr y Jake Wightman en roles secundarios. Aunque a nivel olímpico, Ingebrigtsen reinó en Tokio 2020, con Kerr tercero; Wightman venció al noruego en el mundial de Eugene 2022 y Kerr lo imitó en Budapest 2023. Ingebrigtsen que también pretende destronar al marroquí Hicham El Guerrouj como plusmarquista mundial, recién mostró sus intenciones en la Diamond League de Mónaco, con crono de 3:26.73, su mejor desempeño hasta el momento en esa prueba. El noruego pretende, además,

conquistar el título en 5000 metros, reeditando las actuaciones de Paavo Nurmi en París 1924 y Hicham El Guerrouj en Atenas 2004.

Luego de quedar varado en la ronda semifinal en Río 2016, el noruego Karsten Warholm, se venía erigiendo invencible en los 400 con vallas, sumando triunfos sucesivos, en Londres 2017, Doha 2019 y Tokio 2020, cita donde estampó un estratosférico 45.94, pero no pudo mantener el ritmo ganador en Eugene 2022 (séptimo), aunque lo retomó en Budapest 2023, tampoco lo ha conseguido en esta temporada olímpica, cediendo (46.70) en Oslo ante el brasileño Alison dos Santos (46.63) y en Mónaco (46.73), ante el estadounidense Rai Benjamin (46.67). Precisamente, Dos Santos y Benjamin constituyen sus principales adversarios en el camino a la cima del segundo podio olímpico.

Otra batalla campal se prevé en el salto triple, entre los hombres, con una previa en el europeo de Roma, que incluyó, retos, saltos y declaraciones en redes sociales, esto, entre dos de los protagonistas parisinos, no los únicos, ambos nacidos en Cuba, el portugués Pedro Pablo Pichardo, vigente campeón olímpico y el español Jordan Díaz. En esa cita romana, Díaz lanzó su candidatura olímpica, con 18.18, mientras Pichardo lo secundó, con 18.04. Al evento en París habrá que sumar al joven jamaicano Jaydon Hibbert (17.75), al burkinés Hugues Fabrice Zango (17.57), al italiano, también de origen cubano, Andy Hernández (17.61) y al cubano Lázaro Martínez. El inglés Jonathan Edwards pudiera ver caer sus 18.29 como patrón del mundo.

Los 400 metros con vallas, entre las mujeres, pudieran ser el gran acontecimiento del atletismo olímpico en París, con el duelo que deben sostener, Sydney McLaughlin-Levrone y Femke Bol. Los enfrentamientos McLaughlin-Levrone vs Bol han sido esporádicos, solo acontecen en grandes eventos, Tokio 2020 y Eugene 2022, siempre con la estadounidense vencedora. Ambas atletas, también han mostrado sus potencialidades en los 400 metros planos, pero ninguna ha querido incursionar en esta última prueba, en detrimento de su especialidad. McLaughlin-Levrone envió un aviso durante las pruebas de selección estadounidense, con récord mundial de 50.65; mientras que, Bol respondió en La Chaux-de-Fonds, con primado europeo de 50.95.

La kenyana Faith Kipyegon es doble campeona olímpica en 1500 metros, con triunfos en Río 2016 y Tokio 2020, ahora apuesta por su tercer y cuarto título en París 2024, al intervenir también en los 5000 metros. Kipyegon se presentará como la principal candidata en 1500 metros, avalada por una nueva cuota mundial, 3:49.04, impuesta en París (Chaléty), el pasado 7 de julio. 

Otro de los tronos que pudieran tener una nueva sucesora, es el de la velocidad (100 y 200) femenina, para ocuparlo se promociona a la estadounidense Sha’Carri Richardson, vencedora en 100 metros en el mundial de Budapest, pero con una deuda pendiente, los 200 metros, donde terminó tercera en esa propia cita húngara. Siendo sus victimarias entonces, Shericka Jackson y Gabby Thomas, dos de sus principales adversarias ahora en la capital francesa.

Una que pareciera llegada de otra galaxia, en pleno siglo XXI, es la holandesa Siffan Hassan, quien pretende participar con éxito en cuatro pruebas, 1500, 5000, 10000 metros y maratón; una proeza nunca realizada en los anales olímpicos. Para ver algunas similitudes habría que remontarse 100 años atrás, cuando en la propia capital francesa, el finés Paavo Nurmi se colgó al cuello cinco títulos (1500, 5000 metros, Cross, Cross por equipo y 3000 por equipo) y su paisano Ville Ritola, lograba cuatro (10000 metros, 3000c/o, Cross por equipo y 3000 por equipo); más acá en el tiempo, en Londres 1948, Fanny Blankers-Koen tuvo cuatro cimas olímpicas (100, 200 metros, 80 con vallas y 4×100). Volviendo con Sifan Hassan y sus pretensiones en las cuatro pruebas, algo que le será difícil materializar, vale realizar un simple análisis del exigente

calendario que tiene por delante; inicia el 2 de agosto, con los 5000 metros (ronda 1) y final el 5; al día siguiente, inician los 1500 metros, con la semifinal el 8, pero antes tendrá que correr la final de los 10000 metros (9 de agosto), seguidamente (10 de agosto), le corresponde la final de 1500 metros, cerrando con la maratón, el 11 de agosto. En el otro apartado están las rivales a enfrentar, con Faith Kipyegon en 1500 y 5000 metros, como la principal candidata al título, su expaisana Gudaf Tsegay (5000 y 10000), Betrice Chebet (10000 metros), Tigst Assefa, Amane Beriso (maratón), entre otras

Otras expectativas olímpicas pudieran generarse con las actuaciones de la dominicana Marileidy Paulino, en 400 metros; la inglesa Keely Hodgkinson, en 800 metros, la ucraniana Yaroslava Mauchikh, en salto de altura o los lanzadores, Mykola Alekna (disco) y Ryan Crouser (bala). Esperemos que sobre la pista (morada) de tartán del Stade de France, se produzcan estos momentos esperados y otros, inesperados, que siempre acontecen en Juegos Olímpicos.