Estadio-Olimpico-Nacional-de-BeijingPor: Lilian Cid Escalona/ Deporcuba
Escasas son las jornadas que nos separan del disparo que marcará el inicio del XV Campeonato Mundial de Atletismo. Se desarrollará del 22 al 30 de agosto en el Estadio Nacional de Pekín; el mítico Nido de Pájaros. Una competición que llega en medio de investigaciones que implican a la IAAF y sus miembros, aupadas por la salida a la luz de documentales que reflejan cómo se evaden, ante la “venia” de los encargados de velar por la justicia, los mecanismos de control antidopaje.
Y el río revuelto ha condicionado un tanto la calidad del torneo. Un mundial que también por llegar en el año preolímpico estará marcado por la ausencia de varias figuras de élite entre las que destacan: Valerie Adams, Tatyana Beloborodova (Lysenko), Svetlana Shkolina, Teddy Tamgho, Maria Savinova, Sally Pearson, Yelena Isinbayeva y Sanya Richards Ross, por citar algunos. Cuba
Cuba ha anunciado que participará con un equipo de 34 miembros, alrededor de una decena más de integrantes que en la edición de 2013.
La nómina, de 18 hombres y 16 mujeres, tiene como principales referentes a los medallistas de Moscú Pedro Pablo Pichardo y Yarisley Silva, plata y bronce respectivamente.
La actuación en la cita precedente dejó para nuestro país un saldo de tres preseas (0-1-2): Pichardo, Silva y también Yarelis Barrios, por su orden, que le reservó la vigesimotercera posición en la tabla de premiados. Por puntos, los cubanos anclaron en el decimocuarto puesto, merced a siete finalistas que sumaron 32 unidades. Opciones
No es secreto, Yarisley Silva, Pedro Pablo Pichardo y Denia Caballero constituyen, a priori y por lo hecho en la temporada, las principales cartas de triunfo para nuestro atletismo. Son pilares en esta nueva cruzada atlética cuya principal apuesta es retomar la senda dorada perdida en Daegú 2011.
A ellos se suma Yaimé Pérez y también Rose Mary Almanza. Esta última convocada a redimir sus más recientes actuaciones y reencontrar ese paso que la llevó a posicionarse, con crono de 1:57.70 entre las mejores corredoras de 800 metros del planeta. En ello le va la vida, y entiéndase la expresión como la materialización de un puesto en el podio.
Rose Mary, única representante de Cuba en esta prueba aparece en el segundo puesto del escalafón de 2015. Le supera la titular del mundo y principal favorita al oro, Eunice Sum (1:56.99) pero “flota” en un pelotón de marcas donde otras cinco atletas han logrado bajar de 1.59 minutos, y otras tantas con tiempos inferiores a los 2 minutos. Sugiero no perder de vista a la estadounidense de 21 años Ajee Wilson, tercera con 1.57.87 (también le consta 1.58.83).
Yarisley Silva aterriza en la capital china con avales suficientes. Y es que la campeona mundial bajo techo de 2014 le ha puesto el acelerador a sus resultados en el último mes y manda en la temporada con saltos de 4.91, 4.85 y 4.83 metros. Es la atleta que más alto ha llegado al aire libre (saltos de 4.90 en 2013 y 4.91 en 2014) desde 2009, cuando Yelena Isinbayeva estableció el actual récord del mundo de 5.06m.
Este año le escoltan Nikoleta Kyriakopoulou (4,83), Jennifer Suhr (4,82, también tiene un 4.81) y Fabiana Murer (4,80) y aunque no lo tendrá fácil, ganar el campeonato del mundo nunca es asunto de fuerza menor, el competir a ese nivel que ya no le es tan extraño le bastaría para coronarse pues del resto de las inscritas solo Suhr sabe lo que es saltar sobre 4.90, lo consiguió una vez, en 2008 y en los Estados Unidos.
Pichardo, por su parte, es protagonista en el triple, aunque las cosas para él se complican ante la presencia de un competitivo Christian Taylor. La explosiva dupla tiene en su poder las 10 mejores marcas del año en la especialidad. El cubano, con 7 saltos en el “top ten” archiva además de los primeros (18.08 y 18.06), otros tres estirones superiores a 17.90 (17.99 -17.96 y 17,94) mientras que el estadounidense se ha agenciado dos saltos sobre los 18 metros (18.06 y 18,04) según consta en el ranking que publica la web oficial de la IAAF. Las opciones están y el santiaguero ha demostrado con saltos que tiene potencial para coronarse, pero habrá que esperar hasta el último momento, nunca mejor dicho, porque el norteño se ha especializado en dejar lo mejor para el final.
Las discóbolas, con Denia a la cabeza, tienen una interesante batalla por delante: quebrar la hegemonía de Sandra Perkovic. La croata que lo ha ganado todo y que ha dominado cual Valerie bala en mano, aparece segunda del ranking con 70.08 metros, por detrás de Caballero que archiva envío de 70.65 metros.
Perkovic ha construido sus resultados sobre la base de una inobjetable estabilidad que este año no deja de estar presente. Le ha puesto su firma al segundo, 4to, 5ro, 6to, 7to y 10mo registros del año y ha ganado todas sus competencias excepto la parada de Lausana de la liga de Diamantes donde cayó ante la mejor ejecución de Yaimé Pérez (67.13) en su historia. Denia, en tanto, se refugia en el primero, 3ro, 8vo y 9no envíos del año y tendrán, tanto ella como el resto de competidoras, que ser consecuentes con sus mejores actuaciones para cumplir el propósito de destronar a quien ha dominado la especialidad desde que regresara a la competición en 2012. A seguir
La especialidad de Cuba no han sido las sorpresas agradables, más bien, todo lo contrario. En los últimos eventos, rara vez se han conseguido actuaciones fuera de pronósticos, sin embargo, estamos convocados a prestar especial atención a las actuaciones de los jóvenes que llegan a Beijing para acumular esa experiencia competitiva al más alto nivel de la que siempre se saca provecho y lecciones, entre ellos Maykel Massó, Reynier Mena, Roxana Gómez y Yulenmis Aguilar.
Mención aparte en esta historia lleva Roberto Skyers, cuarto en Toronto con excelente crono de 20.02. Las ausencias
Ausencias hay. Suenan, sobre todo, los nombres de Sahily Diago (800m), Jorge Fernández (disco), Ernesto Revé (triple), Leonel Suárez (decalón), Guillermo Martínez (jabalina), Lázaro Bórges (pértiga) y Omar Cisneros. Y las razones de su exclusión van desde lesiones y ausencia de marcas mínimas hasta decisiones técnicas que han de ser respetadas, en todos los casos.
Solo aclarar el asunto del vallista Omar Cisneros, quien no representará más a Cuba tras su decisión de abandonar la comitiva cubana que se preparaba en Europa antes de los Juegos Panamericanos de Toronto. A saber, a principios del mes de julio Cisneros corrió en Italia, donde se ubicó segundo con crono de 49.60 segundos por detrás del estadounidense Jeshua Anderson (49.14) y ahí terminó su historia con la Federación Cubana. Tras la competencia, tomó otro rumbo y no regresó a la base de preparación radicada en España. En Resumen
Cuba podría ganar títulos. De hecho, debería ganarlos si las actuaciones son consecuentes con lo que cuenta la temporada aunque el resultado no deber tomarse como medidor de la calidad de nuestro deporte. Unos escasos árboles jamás van a constituir un bosque, por tanto, en cualquier caso, lo que pase tiene que ser un elemento adicional en la puesta en marcha de acciones concretas para poner, de una vez y por todas, al deporte cubano –atletismo incluido- en la senda del progreso.