Yasmani Copello se siente cubano, aunque represente a Turquía y haya cosechado todos los títulos importantes de su carrera deportiva vistiendo lo colores de aquella nación.

El habanero se marchó tras no tener acá el rendimiento exigido y probó suerte, aunque sin demasiada trascendencia, en España. Entonces apareció el amor, y se fue a Turquía donde -afirma-que le acogieron como un hijo.

Bajo esta bandera ganó el Campeonato Europeo, el bronce olímpico en Río 2016 y la plata en el Campeonato Mundial de Londres en 2017 en la prueba de 400m con vallas.

Yasmani Copello es atleta desde bien chico. Transitó por diversas enseñanzas hasta que llegó al Equipo Nacional, donde recuerda haber vivido con una presión inusitada sobre sus hombros.

“Yo tenía siempre la sensación de que necesariamente tenía que ser el uno o el dos de Cuba pues de lo contrario no habría suerte”

Coincidió en época con Omar Cisneros, quien tiene el récord de Cuba de los 400m con vallas gracias a los 47.99 segundos que registró para ganar los Juegos Panamericanos de Guadalajara.

«En esos años Omar Cisneros era un referente. Yo tenía que estar cerca o intentar hacerle presión porque de lo contrario no funcionaría para mí. Omar llegó a correr 47 y tanto dos veces y hacía 48 (segundos) cada vez que le daba la gana».

Yasmani Copello salió del Equipo cubano y siguió entrenando por su cuenta. En el Estadio Pedro Marrero, en la Ciudad Deportiva o dónde pudiese cumplió rigurosamente con los planes y logró tres medallas en un Campeonato Nacional de Velocidad Rafael Fortún pues además de los 400m con vallas, dominó los 400m planos y el relevo 4x400m con Ciudad Habana. Tenía la necesidad de mostrar el atleta que tenía por dentro y lo logró.

Hoy, cuando en su aval figura la importante triada de medallas que supone haber estado en el podio de un campeonato europeo, de los Juegos Olímpicos y del Campeonato Mundial, mantiene intacta su ilusión de permanecer en la élite del mundo. No teme saberse el más veterano de esta prueba en la élite, al contrario, sus 32 años le ofrecen confianza y se siente con fuerzas para defender su estatus en una modalidad que por estos tiempos produce varias de las marcas más trascedentales del campo y pista.

“Se fue Bolt y ha llegado mi evento a marcar la diferencia” – dice.

En tales condiciones reconoce que Cuba tiene un papel fundamental en sus éxitos. Sabe que se hizo atleta en esta isla y no guarda rencores en relación a las posturas que le llevaron a tomar un rumbo alejado del calor de su tierra.

Y es que Yasmani se siente y se sentirá cubano, aunque tenga su corazón en otro sitio. Aquí también aprendió el valor de la disciplina y la capacidad de trabajo, esas variables que son hoy sus principales virtudes. Repudia el dopaje, al punto que ruega a la vida no le enfrente a la situación de verse retribuido con alguna medalla de manera retroactiva.

ENTREVISTA YASMANI COPELLO en DeporcubaTV