Por: Eddy Luis Nápoles Cardoso
Se inicia mañana en Londres el 16° Campeonato Mundial de Atletismo y pienso que sería bueno a manera de previa, comentar la mejor actuación cubana por cada una de las pruebas que conformar el programa competitivo de estos eventos.
Comenzaremos por los hombres; en los 100 metros, ningún atleta cubano, de 11 participantes, ha logrado avanzar a la final, solo cinco han logrado llegar hasta las semifinales, correspondiendo la mejor ubicación a Andrés Simón, quinto en Roma 1987, con crono de 10.24 segundos.
El santiaguero Iván García es uno de los seis atletas criollos ha han intervenido en la prueba de 200 metros, logrando en dos ocasiones ubicarse en la final, con el cuarto lugar en Atenas 1997, con crono de 20.31 segundos, antes había sido octavo en Göteborg 1995.
Un total de ocho corredores nacionales han participado en los 400 metros, siendo el matancero Roberto Hernández, el único que ha logrado correr en la fase final, con dos cuartos lugares, Roma, 1987, con 44.99 y Tokio, 1991, con 44.86 segundos.
En los 800 metros, hay participación de cuatro cubanos, incluido Alberto Juantorena, que lo hizo en Helsinki 1983, pero la mejor ubicación corresponde al cienfueguero Norberto Téllez, segundo en Atenas 1997 con 1:44.00 minutos.
Ahora, les comento que tampoco ha habido representantes de nuestra isla en las pruebas de 1500, 5000, 10000 metros y 3000 con obstáculos. La pregunta es, ¿lo lograremos alguna vez?
Solo dos corredores de maratón lo han hecho en esta especialidad, correspondiendo la mejor ubicación al capitalino Alberto Cuba, 30° lugar en Tokio 1991, con 2:32:57 horas.
En los 110 con vallas son 13 los cubanos (mayor participación en una prueba) que han tomado la partida en esta prueba en citas mundiales, con las mejores ubicaciones para el santiaguero Anier Octavio García, segundo en Sevilla 1999 y Edmonton 2001, siempre con crono de 13.07 segundos.
Cuatro atletas criollos han participado en la prueba de 400 con vallas, con la mejor ubicación para el camagüeyano Omar Cisneros, quien fue cuarto en Moscú 2013, con 48.12 segundos.
En el salto de altura, el matancero Javier Sotomayor, entre cuatro saltadores, acumula todos los honores con sus dos títulos, Stuttgart 1993 (2.40) y Atenas 1997 (2.37), mientras que en la pértiga, Lázaro Borges fue segundo en Daegu 2011, con brinco de 5.90 metros.
Cinco han sido los participantes en el salto de longitud, pero toda la gloria es para el capitalino Iván Pedroso, quien conquistó cuatro títulos, Göteborg, 1995 (8.70); Atenas 1997 (8.42); Sevilla 1999 (8.56) y Edmonton 2001 (8.40).
Dentro de los diez saltadores de triple que han intervenido en citas mundiales, es el espirituano Yoelbi Quesada, el único que ha logrado colgarse al cuello una medalla de oro, hecho acontecido en Atenas 1997, con salto de 17.85 metros.
En la impulsión de la bala, solo el holguinero Carlos Veliz, ha tomado participación, logrando el 12° lugar en Daegu 2011, con envío de 19.70 metros. En el lanzamiento del disco, el guantanamero Luis Mariano Delís, destaca entre siete lanzadores, con el segundo lugar en Helsinki 1983, con envío de 67.36 metros.
Solo dos atletas criollos han intervenido en el lanzamiento del martillo, siendo el santiaguero Roberto Janet, el que ha logrado ubicarse en la final, con el 12° lugar en Beijing 2015 y envío de 72.50 metros.
En el lanzamiento de la jabalina, ha contado con la participación de cuatro atletas criollos, con la mejor ubicación para el camagüeyano Guillermo Martínez, segundo lugar en Berlín 2009, con 86.41 metros.
El holguinero Leonel Suárez destaca entre cuatros especialistas en la prueba de decatlon, segundo lugar en Berlín 2009, con 8640 puntos, mientras que ningún atleta cubano ha participado en las disciplina de marcha o caminata, 20 y 50 kilómetros.
En las pruebas de relevos; el 4×100 ha estado presente en siete citas (1987 a 2001), con tres finales, logrado dos cuarto lugares, en Stuttgart 1993 con una cuarteta formada por Andrés Simón, Jorge Luis Aguilera, Iván García y Joel Isasi (38.39) y en Atenas 1997, otra posta integrada por Alfredo García, Misael Ortiz, Iván García y Luis Alberto Pérez-Rionda (38.15); en tanto el 4×400, también ha estado presente en siete citas, ubicándose tercero en Roma 1987, con Leandro Peñalver, Agustín Pavó, Lázaro Martínez y Roberto Hernández, con crono de 2:59.13 minutos.
Ahora nos trasladamos a las mujeres; en los 100 metros, hay asistencia de cuatro atletas cubanas, con la mejor ubicación para Liliana Allen, cuando compitió bajo el pabellón cubano, octava en Stuttgart 1993, con 11.23 segundos.
Cuatro también han estado presente en los 200 metros, pero ninguna ha logrado correr la fase final, en la semifinal las mejores ubicaciones son el sexto lugar de Roxana Díaz en Osaka 2007, con 22.98 y en Paris 2003, con 23.12, mientras que Julia Esther Duporty lo había logrado antes en Tokio 1991, con 23.58 segundos.
En los 400 metros, tampoco las corredoras criollas han logrado participar en su fase final, siendo el quinto lugar, lo mejor logrado en la semifinales de la cita de Göteborg 1995, con Julia Esther Duporty (51.85) y Nancy McLeon (51.56) y en Berlín 2009, con Indira Terrero (51.87).
La santiaguera Ana Fidelia Quirot, atesora dos títulos y la capitalina Zulia Inés Calatayud, uno, en la prueba de 800 metros. Quirot se impuso en Göteborg 1995 (1:56.11) y en Atenas 1997 (1:57.14), mientras que Zulia, lo hacía en Helsinki 2005, con crono de 1:58.82 minutos.
Hasta el presente no se ha registrado participación cubana en las pruebas de 1500, 5000, 10000 metros, 3000 con obstáculos y 20 kilómetros de caminata, repito la interrogante, se registrará en alguna ocasión?
Solo dos maratonistas han asistido para correr la agotadora prueba de 42 kilómetros y 195 metros, con la mejor ubicación para la capitalina Emperatriz Wilson, puesto 21° en Stuttgart 1993, con 2:54:11 horas.
En los 100 con vallas han estado presente cuatro atletas, con el rol protagónico para Aliuska Yanira López, con dos finales, cuarto lugar en Stuttgart 1993 (12.73) y séptima en Tokio, 1991 (13.06). En los 400 con vallas, las palmas para la pinareña Daimí Pernia, con dos finales, dos medallas; el título en Sevilla 1999, con crono de 52.89 segundos.
Solo dos atletas criollas han asistido a las citas mundiales en la prueba de salto de altura, Ioamnet Quintero y Silvia Costa, quienes hicieron el 1-2 en Stuttgart 1993. Lo propio ocurre en el salto con pértiga, donde la pinareña Yarisley Silva, acumula tres ediciones, con el título en Beijing 2015.
En el salto de longitud suman cuatro las atletas que han defendido el pabellón cubano, con el mejor resultado para Niurka Montalvo, segundo lugar en Göteborg 1995, con salto de 6.86 metros.
Un total de siete triplistas han intervenido en esta especialidad, con los honores para la guantanamera Yargeris Savigne, titular en Osaka 2007, con 15.28 y Berlín 2009, con 14.95 metros, respectivamente.
Siete también es la suma de atletas criollas presentes en la impulsión de la bala, con el sexto lugar, como la mejor ubicación, correspondiendo ese logro a la titular olímpica de Atenas 2004, Yumileidi Cumbá, que lo conquistó en dos ocasiones, Sevilla 1999 (18.44) y Helsinki 2005 (18.64).
En el lanzamiento del disco, Cuba exhibe el título de Denia Caballero, quien lo conquistó en Beijing 2015, también con siete atletas en estas contiendas. El lanzamiento del martillo (cuatro atletas), es una prueba multipremiada, pero todos los títulos corresponden a la camagüeyana Yipsi Moreno; Edmonton 2001; Paris 2003 y Helsinki 2005.
Un total de 12 jabalinistas han representado el pabellón patrio en citas mundiales, pero las mejores ubicaciones las posee la matancera Olisdeilys Menéndez, primera en Edmonton 2001 y Helsinki 2005, con envíos respectivos de 69.53 y 71.70 metros.
La prueba de heptalon en citas mundiales, ha contado con la presencia de cuatro atletas cubanas, con la mejor ubicación para la matancera Regla María Cárdenas, sexta en Göteborg 1995, con 6303 puntos.
Cierran las pruebas de relevos; el 4×100 cuenta con cinco presencias, tres finales, con el sexto lugar, como mejor ubicación, posición lograda en Tokio 1991, por Eusebia Riquelme, Aliuska López, Julia Esther Duporty y Liliana Allen (43.75) y en Stuttgart 1993, por Miriam Ferrer, López, Duporty y Allen; mientras que el 4×400 suma nueve presentaciones, con el séptimo lugar como lo mejor logrado; ubicación repetida en tres oportunidades, la primera en Göteborg 1995, por Idalmis Bonne, Ana Fidelia Quirot, Nancy McLeon y Julia Esther Duporty (3:29.27), la segunda en Sevilla 1999, con Duporty, Zulia Calatayud, Yudalis Díaz y Bonne (3:29.19) y la tercera en Osaka 2007, con Aymee Martínez, Daimí Pernia, Calatayud e Indira Terrero (3:27.05).
Mañana comienza a escribirse una nueva historia, la correspondiente al mundial de Londres, pero muy escasas son las opciones de mejorar la ubicación en alguna especialidad, tal vez igualar. De acuerdo a mi criterio, la realidad apunta a que son las pruebas de 400 metros (F) y heptatlon, donde pudiera cambiarse el nombre de las líderes; con Roxana Gómez y Yorgelis Rodríguez.
Para rememorar me parece muy interesante el artículo sobre nuestros mejores exponentes históricos del atletismo, que al mismo tiempo refleja claramente cuáles son «nuestras disciplinas» y definitivamante el pulso lo ganan los saltos, en la sumatoria suman más de 15 medallas, también contando las ganadas en sala, creo. Por lo que no entiendo cómo es que no se consigue formar de manera continuada a los sucesores de Sotomayor, Costa, Quintero y Montalvo.
En el resto de los apartados hay un desequilibrio que supongo que podría ser culpa del somatipo. Por ejemplo cuando veo a los balistas norteamericanos y europeos me imagino lo difícil que es en Cuba encontrar a niños y jóvenes con genética apropiada. Ahora bien, esa es una de las causas objetivas, también hay causas subjetivas que también se pueden ver como objetivas por haber sucedido ya y es que por ejemplo en el caso de la jabalina masculina, cómo es posible que se siguiera llevando a giras a Martínez, aunque ha ganado dos medallas mundialistas, lo que se reconoce, pero en aquellos momentos estaba fuera de forma y pasado de peso, en lugar de haberle dado seguimiento a su(s) posible(s) sucesor(es). Claro que un atleta que ha ganado medallas se merece algún incentivo por parte del INDER, pero el incentivo no puede ser llevarlo de turista a un campeonato si al mismo tiempo eso conlleva a la imposibilidad de participación de otro atleta joven con marca B para foguearlo al máximo nivel.
Y es que con la marca B se puede llevar a un atleta joven, que quizás en el próximo mundial ya sería capaz de lograr la marca A, pero si el único cupo se usa para llevar a un atleta más conocido por sus éxitos, pero sin posibilidad de pasar de la primera ronda, le estamos restando motivación a los atletas de la segunda fila.
Pienso que participar con varios atletas, una mezcla de jóvenes promesas y antiguos campeones sería la solución ideal, pero desgraciadamente las reglas son así, con las marcas A y B, o sea que lógicamente a probarse se debería ir con atletas jóvenes de los que aún se desconoce cómo se comportan en un campeonato global y de los que esperamos se crezcan, no con los viejos que están fuera de forma y de los que se conoce de antemano que no van a sacar las castañas del fuego, estos solo deberían viajar si sobran el dinero y los cupos.
Y aquí he mencionado otro aspecto importante, no se trata de ser triunfalista y solo preocuparse de los posibles atletas medallistas, pero en todos los aspectos de la vida hay que priorizar algunas cosas, en este caso si se invierte, es para ver resultados. Aunque en alguna estadísitica se precie que un atleta tal sea el único representante de toda América Latina en un mundial, pero por participar en la primera ronda no hay premios en metálico y mucho menos medallas ni puntos en la tabla por países. A los mundiales de atletismo, y también de natación, asisten atletas de países (casi) desconocidos que tienen que pasar otra clasificación adicional en el mundial mismo. Para esos atletas es un logro correr ante el público de todo el mundo, pero ¿es esa la expectativa de un atleta cubano?
No puede ser que en los Centroamericanos y Panamericanos el criterio sea cuántos puntos nos da un atleta determinado con su ubicación final, mientras que a un mundial se asista por asistir.
Si hay pocos medios económicos hay que diferenciar o sea priorizar algunos deportes y disciplinas y ser más exactos en la diferenciación entre los atletas, pero de una forma transparente, justa y lógica. Nosotros los cubanos somos muy subjetivos a la hora de alabar o de criticar. Si el atleta y el entrenador me caen bien, los justifico, y el hecho de que vayan a x mundiales y nunca ganen nada, no me parece criticable, el colmo es que si delinquen en el extranjero le echo la culpa a la persona dañada, pero si me cae mal pues lo critico y le digo hasta del mal que va a morir. Pienso que ese fenómeno solo se da en nuestro país en el caso de los atletas. En otros países el mobbing o el acoso a alguien de manera masiva se considera delito y si se hace una denuncia la cual no tiene que ser hecha por parte del acosado, pero en nuestro país ese deporte lo practican los dirigentes deportivos mismos y parte del pueblo se hace eco de ellos y no se toman medidas legales contra los culpables o sea que eso se seguirá haciendo por no sancionarse de manera ejemplar.
Lo malo de esa selección subjetiva es que con eso se mantienen en la cunita estatal, o sea sobreprotegidos, a atletas en ocasiones sin perspectiva y al mismo tiempo se destruye a atletas de reconocido nivel mundial. El mejor ejemplo de esta parte tan negativa de nuestra idiosincrasia lo dimos con Dayron Robles a quien se destruyó estando en la mejor etapa deportiva de su vida. Desgraciadamente eso no solo sucede en el atletismo.
Con el ejemplo Robles paso al tema de las vallas, en ambos géneros y en ambas disciplinas hemos cosechado grandes éxitos, pero desgraciadamente hemos perdido a varios exponentes que actualmente ayudan a otros países a competir contra los nuestros. ¿Quiénes entrenaban a Pernía y Pedroso o a Cisneros y Copello como mejores representantes de las vallas largas y dónde están esas personas? En las vallas como en los saltos parece que tenemos las mejores aptitudes genéticas, pero se necesita continuidad. En el femenino solo aparece el nombre de Zurian desde hace varios años y en las vallas cortas no hay representante cubana en el mundo atlético desde que Anay Tejeda se retiró. Pienso que en las disciplinas donde tenemos más éxitos, en parte por el alto número de talentos de los que emerge la clase mundial, es en las que debería la FCA preocuparse más por el seguimiento de los jóvenes. Así también se podría evitar la sobreexplotación de los mejores y no necesitaríamos llevarlos a cada competencia regional después de haberse hecho sentir en campeonatos globales.
En el mediofondo y en el fondo parece que no tenemos talentos o el clima no nos permite convencer a los jóvenes para que se inclinen por esas distancias, exceptuando los 800m, pero bueno, ningún país tiene atletas de gran nivel en todas las disciplinas deportivas, o sea que especializarse no es nada negativo si nos concentramos en las mejores disciplinas, donde están los mejores prospectos.
No soy triunfalista y aplaudo también a un atleta cubano que haga su mejor marca en un mundial, aunque solo pueda llegar a la semifinal, pero a la hora de formar una delegación el aspecto económico no se puede ignorar y a un mundial se deben llevar solo a prospectos jóvenes a foguearse y a los atletas con madurez deportiva con posibilidades de entrar en la final de su disciplina, gracias al aval de sus marcas previas y de su historia deportiva, para los demás atletas están los Centroamericanos y los Panamericanos, o sea la masividad del deporte no se muestra con la formación de un equipo gigantesco sin posibilidades de ganar nada porque eso atenta contra la motivación de manera general de los atletas en ascenso y de los probados, ¿o acaso alguien se esforzaría estudiando varios años si supiera que al estudiante con los peores conocimientos le esperaran también buenas perspectivas de trabajo en el futuro?
Vamos a ver cómo se comportan los nuestros en la jornada inicial en sus concursos de clasificación a la fase final.
De Silva estoy seguro de que pasará a la final sin grandes problemas, pero para no que nos enfermemos de los nervios, sus seguidores, me gustaría que saltara sin fallos en las alturas inciales que en casi todas sus competencias globales le han costado una mejor ubicación, en dos ocasiones una medalla de más valor.
A Estefanidi solo le la puede derrotar si se vencen los 4,90m como hizo Silva con Murer en el último mundial, pero en las alturas hasta 4,85, la griega se siente muy segura, como pez en el agua por lo que hasta esa alturas no se puede caer en desventaja debido a faltas y este año se presenta la situación como en Río, excepto Murer están las mismas candidatas al podio: Estefanidi, Morris, McCartney, Suhr, Silva, esta vez el lugar de la Murer lo ocupa la atleta británica Bradshaw, apoyada por su público y con más experiencia competitiva que en los Juegos de hace cinco años, a estas seis pertiguistas se suma la atleta rusa bajo bandera neutral, Sidorova, quien bien pudiera sorprender. En total son siete atletas con más de 4,75m y la que no quiera quedar séptima tiene que saltar muy concentrada.
De los saltadores de largo, Massó y Echevarría, me gustaría que Massó hubiese estabilizado su rendimiento, porque en sus dos presentaciones previas entre mayores ha quedado bastante lejos de sus posibilidades, a pesar de que entre los de su edad se ha comportado como un león. Eso muestra la necesidad de insertarlo en giras a tiempo, pero al mismo tiempo de darle apoyo psicológico, para que aprenda a considerar cada competencia igual sin tener en cuenta a sus rivales y solo concentrarse en sus propias posibilidades sin dejarse intimidar. Entre mayores mejoró de oportunidad en oportunidad sus marcas, pero tampoco en los Juegos de Río fue suficiente para entrar en la final.
De Echevarría no sé que pudiéramos esperar por ser su primera incursión entre mayores en una competencia global, pero aunque es más maduro, desde el punto de vista de la edad, la inexperiencia en este ambiente competitivo pudiera pasarle factura. Por otra parte si como decía un experto es él el llamado a tomar el batón de manos de Iván el terrible, quien antes de haber cumplido los 20 años se metió en la final olímpica y estuvo a un puesto del podio, pues no deberíamos tener temor de que nos represente como es debido gracias a su talento.
De todas maneras de los dos sería ideal que si no pasasen a la final, que por lo menos dieran batalla, entre otras cosas que sobrepasaran los 8m, los que si otros muchos concursantes tuviesen un buen día, pudieran ser insuficientes para pasar exitosamente la primera ronda, pero si los nuestros asisten en buena forma deportiva, se espera que venzan sin grandes contratiempos la barrera de los 8m.
Yarisley Silva clasifico en salto con garrocha con 4.50 para la final del domingo,solo la griega Ekaterini Stefanidi salto mas que ella 4.60, en salto largo clasificacion masculina Maikel Masso clasifico con un salto de 8.15 el otro cubano Juan Miguel Echevarria no pudo saltar 8 metros que era la clasificacion.
Jennifer Suhr tres nulos sobre 4.55 no clasifico
Yarisley Silva regreso y salto 4.55
10,000 Metros Masculino 1- Mo Farah 26:49.51 Inglaterra, 2- Josuau Cheptegei Uganda 26:49.94, 3- Paul Tanni Kenia 26:50.60.
El salto de la clasificación de la pertiguista griega Stefanidi fue uno para amedrentar a las rivales, porque no es solo que necesitó un único intento y directamente en la altura que se exigía, sino que fue dado con una seguridad técnica tal que hace presagiar un salto de ella en la final en torno a los 4,90m o más, pero por suerte para las contrarias un salto en las alturas inferiores nunca da idea de lo que puede suceder en la próxima altura, además de que cada día es diferente, en cuanto a condiciones climáticas y el propio atleta tiene días mejores y peores. Además de que todos sabemos que hasta 4,85m ella será dificil de derrotar.
En el salto largo masculino mi pronóstico se cumplió, por desgracia, Echevarría no fue capaz de hacer un salto parecido a los hechos durante la temporada, y en realidad solo le faltaron seis centímetros, que los puede haber perdido en la tabla. También si tenemos en cuenta que ni el campeón olímpico ni el otro norteamericano fueron mejores que el joven cubano, se puede comprender que a cualquiera le pasa, pero en realidad espero siempre que los atletas jóvenes muestren más coraje y más deseos y más concentración para compensar la inexperiencia y un salto de 8m en la competencia principal no debería ser problema grande para un atleta que quiere salir adelante.