Por: Lilian Cid Escalona y Abdul Nasser Thabet
La octava estación del camino hacia las gemas destacó por la mala suerte de varios de los mejores del planeta, quienes acudieron decididos a respirar los aires competitivos de la capital del deporte mundial en los próximos días y se marcharon con los pulmones vacíos.
En el Crystal Palace de Lobres, fueron ocho los dioses que vieron caer su hegemonía.
El sábado (14 de julio), la lista la encabezó la fenomenal vallista corta Sally Pearson. Subcampeona de Beijing y campeona del orbe en Daegu 2011 salió derrotada por primera vez en lo que va de temporada (en 2011 solo cedió en la última parada de la Liga del Diamante porque tropezó con una valla) . La australiana, a la postre dueña de 12,59 segundos plateados, no pudo con la norteamericana Kellie Wells, (12,57).
Otra que salió hecha polvo de cristal fue la reina universal del triple salto, Olha Saladukha (14,48 metros). La ucraniana quedó relegada al segundo escaño por la colombiana Caterine Ibarguen (14,66).
También el as olímpico, Tomasz Majewski, mostró bursitis lanzando la bala y se tuvo que conformar con sobras de plata, tras propulsar su implemento hasta los 21,28 metros. La corona se la ciñó el norteamericano Reese Hoffa (21,34).
Amantle Montsho, actual matrona universal, «tropezó» en la vuelta al óvalo. La chica de Botswana paró los relojes en 50,56 segundos, 14 centésimas más que la campeona olímpica británica, Christine Ohuruogu.
Igual con el infortunio en la espalda y tres toneladas de peso corrió el hectómetro la estadounidense Carmelita Jeter (11,03 segundos), quien culminó por detrás de la nigeriana Blessing Okagbare (11,01). Nada, una más al saco de las reinas con el trono a medio caer.
El viernes cedió Anna Chicherova, vigente campeona planetaria en el salto alto, y cuarta en Londres con un estironcito de 1,94 metros. La rusa estuvo acompañada en el desfile de los infortunios por la checa Barbora Spotakova, titular en Beijing 2008, quien tiró 64,19 metros empuñando la jabalina y se vio aventajada ampliamente por la local Goldie Sayers (66,17).
Además, cayó el norteño Jason Richardson, monarca de los 110 metros con vallas. Una carrera en la que venció Arries Merrit, igualando el crono de 12.93 que de su propia autoría se erigía como lo mejor del año en esta distancia. La carrera trascendió en la prensa por estar marcada por la ausencia de Liu Xiang. Según informan varios medios y el propio portal de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el chino no disputó la final en Londres por molestias en su espalda y se retiró de la lid tras haber ganado su semifinal con crono de 13.27s
Mención especial requiere el garrochista francés Renaud Lavellinie, imbatible hasta este momento. El galo se enredó con las alturas por primera vez en la contienda y solo pudo validar el 5.40m que le reservó la quinta plaza de la lid dominada por el germano Björn Otto (5.74). El campeón olímpico Steven Hooker volvió a dar muestras de imprecisión e inseguridad y se fue sin marca válida.
¿Qué creen ustedes? ¿Se verán horrores en los Juegos Olímpicos?
Hola Lilian,
vamos a ver, se dice que después de un malogrado ensayo general se logra una premiere perfecta.
Quizás muchos se hayan sentido molestos por la lluvia, ya que en ocasiones llovía a cántaros, quizás también se estén reservando lo mejor para la ocasión más importante o es posible que también haya sido culpa del escenario. Me imagino que los atletas hubiesen preferido probar la pista del estadio olímpico y no competir en un estadio más bien digno de un festival deportivo municipal, aunque muchos comentaristas opinan que es más mejor un estadio pequeño con mucho público que un estadio grande con pocos espectadores.
Saludos