guille Por Eyleen Ríos López/Juventud Rebelde

Tras un 2012 que preferiría olvidar para siempre, el jabalinista cubano Guillermo Martínez está dispuesto a vivir una temporada de mejores saldos y para probarlo se regaló disparo de 85,59 metros, inscrito por ahora en la cima del actual ranking.

El registro también le reportó récord para la Copa Cuba y marca A para el Campeonato Mundial, que transcurrirá entre el 10 y el 18 de agosto en Moscú, y donde pretende ejercer protagonismo.

«Estar entre los ocho mejores es el primer reto, y después ver qué sale», dijo en el Estadio Panamericano de La Habana luego de acaparar otra supremacía nacional, resultante de una forma muy distinta a la del año anterior, marcado por las lesiones.

Los Juegos Olímpicos de Londres, que despidió con un corto disparo de 80,06 metros —apenas válido para el noveno puesto en una de las preliminares—, fue su única presentación internacional entonces.

«Había perdido el ritmo por completo, no encontraba la coordinación de la carrera y aunque todavía me falta un poco, se irá puliendo en el tiempo que queda», explicó feliz por superar las expectativas con que llegó a su primera lid de la campaña.

Dueño de par de lauros a ese nivel, plata en Berlín’09 y bronce en Daegu’11, Martínez confiesa que se ha propuesto no preo-cuparse desde ahora por un posible registro en la cita del orbe.

«Hay que tener cuidado, porque te agarra la ansiedad y todo cambia. No estoy pensando en eso, como no lo hice antes de Guadalajara, donde llegó el 87,20», asegura en referencia al tope nacional conseguido por él en los Juegos Panamericanos de la urbe mexicana.

Sin embargo, para su entrenador Isbel Luaces, el sueño sí está definido: superar ese «tirazo» que le ofreció el segundo cetro continental de su carrera.

«Que rompa su propio récord nacional y se acerque más a los 90 metros, eso es lo que quiero», confirmó el otrora estelar de la jabalina.

La copa doméstica puso fin al primer macrociclo de la preparación. Esta semana comenzará una etapa más cargada de eventos, que debe tener como estreno importante la Shanghai Golden, el 18 de mayo, segunda fase de la Liga del Diamante 2013.

«Con seis competencias debo alcanzar la forma óptima antes de Moscú, para no abusar mucho por mi edad…», aceptó, recordando que cumplirá 32 años en junio y acumula numerosas campañas en el alto rendimiento.

Los meses alejado de la casa y de su pequeña de cuatro años, que nació aquí cuando consiguió el subtítulo en la capital alemana, son factores que también «pesan» y le imponen apelar al extra que hace diferentes a los campeones.