Ciudad de México, 1926
La ceremonia de inauguración se realizó en la mañana del 12 de octubre, haciéndola coincidir con el 434 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a nuestras tierras de América. No existió presencia femenina en esta primera edición.
La Habana, 1930
Los organizadores del evento realizaron visitas previas a los países del área para conocer la disposición de participar. El comité organizador designó dos embarcaciones de la Marina de Guerra Cubana, los cruceros Cuba y Patria con la misión de trasladar a La Habana a las delegaciones participantes. Los representantes mexicanos (139 atletas), segunda en cantidad, – Cuba contó con 237 – se trasladó en el vapor Coahuila, mientras que lo representantes boricuas fueron los únicos que lo hicieron mediante la aviación.
San Salvador 1935
El evento debió celebrarse en el verano de 1934, pero el terremoto que azotó el país impidió la celebración, los organizadores pidieron aplazar el evento para el año siguiente.
La denominación oficial cambió, conociéndose la competencia desde entonces como Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, para oficializar la participación de las islas caribeñas. También se creó una Comisión Técnica Permanente, a fin de eliminar la disparidad de criterios en muchas cuestiones referidas a la organización de estos certámenes.
Ciudad Panamá 1938
Paralelo a los Juegos se celebró un concurso de Bellas Artes, que incluyó arquitectura, escultura, pintura, grabados, caricaturas, artes gráficas, literatura y música. Todas las obras debían tener relación con el deporte o la idea olímpica. Adicionalmente también hubo un torneo de ajedrez, otro de pentatlón juvenil, la elección de un reinado deportivo entre bellas jóvenes y la celebración de un congreso de redactores deportivos.
Los panameños fueron los primeros en realizar un proyecto para la construcción de una Villa Centroamericana pero este fue desechado y los visitantes se alojaron en colegios.
Otra de las novedades, fueron la adopción como emblema oficial, el de los tres discos unidos por una jabalina.
Barranquilla, 1946
Por primera vez una ciudad sin el rango de capital de nación servía de sede a los Juegos. Por ocasión inicial el certamen tenía como asiento territorio sudamericano, según los términos geográficos. Y era la primera oportunidad (por cierto única hasta la etapa actual) en que se competiría luego de ocho años, al verse interrumpida la frecuencia cuatrienal de celebración.
Ciudad de México 1954
La capital mexicana había quedado como suplente a la hora de determinar por primera vez la sede de los VII Juegos. El honor recayó originalmente en Ciudad Panamá, para organizarlos por segunda vez, pero los istmeños comunicaron en 1952 la imposibilidad de cumplir tal compromiso y de esa forma resultó Ciudad de México la primera ciudad con doble celebración.
En esta ocasión existieron dos innovaciones, una fue el encendido del pebetero con la llama centroamericana surgida del auténtico ritual en el Cerro de la Estrella. La otra fue la utilización de un coro gigante integrado por 5000 jóvenes de escuelas secundarias, quienes entonaron el Himno Nacional y el de los VII Juegos, este último oficializado posteriormente por la Junta General de Delegados como Himno de todos los Juegos.
Caracas 1959
Cuando se definió la sede de los VIII Juegos a favor de Caracas, la fecha acordada fue del 2 al 18 de diciembre de 1958, pero las autoridades deportivas no contaron con las elecciones generales de Venezuela, fijadas para el día 7 de ese propio mes.
Entonces el deporte tuvo que ceder y aunque los Juegos se trasladaron para una etapa bien cercana, del 6 al 15 de enero de 1959, por segunda vez formalmente se vio alterada su frecuencia cuatrienal.
Ante la ausencia de Cuba, México quedó como el único país del área que ha estado presente en todas las ediciones del evento regional.
Kingston 1962
La sede inicial era San Juan, Puerto Rico, pero las autoridades boricuas no aceptaron la encomienda, entonces Kingston, que había quedado como sede suplente asumió la organización de los Juegos.
Ya para esa fecha, 15 al 28 de agosto de 1962, se había constituido la Organización Deportiva Centroamericana y el Caribe (ODECABE), cuyo primer presidente fue el mexicano José de Jesús Clark Flores.
Jamaica, contó con la particularidad de ser el primer país de habla inglesa y el único hasta ahora en funciones de anfitrión.
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