El Estadio Panamericano es un hervidero de emociones. El paso de los años repercute en su ya desvencijada estructura, pero es incapaz de quebrar las ilusiones de quienes le dan vida diariamente.
Estos meses el ajetreo se vive intensamente, con un tanto más de pasión, si cabe, debido a la cercanía de la cita olímpica que el venidero año acogerá Río de Janeiro. Todos se entrenan con la motivación adicional que siempre supone el fijarse metas de cara al evento deportivo más importante del mundo.
Los últimos tiempos han estado matizados por buenas nuevas para los amantes del campo y pista cubano, especialmente asociadas a las noticias que hablan de dos regresos: el del vallista corto Dayron Robles y el de la discóbola pinareña Yarelis Barrios, esta última, de vuelta tras materializar un propósito tan especial como es la maternidad.
El lanzamiento del disco es una de las especialidades con mayores resultados a nivel internacional para Cuba en los últimos 10 años. En su cosecha de siete medallas (cinco en citas universales y dos en juegos olímpicos), hay una indiscutible protagonista: Yarelis Barrios, dueña de seis de estos lauros. Actuaciones que hicieron reverdecer la especialidad, evocando aquella época dorada que había vivido nuestro país en esta modalidad por intermedio de Maritza Martén e Hilda Elisa Ramos .
Con Hilda Elisa, recordista nacional y entrenadora en el equipo nacional, conversó nuestro equipo para conocer sus impresiones sobre el retorno de Yarelis y las metas a seguir.
—Yarelis Barrios hizo casi toda su carrera bajo las órdenes de Raúl Calderón, quien actualmente entrena a Denia Caballero y a Jorge Y. Fernández. ¿Sorprendida con que la hayan designado a usted como su guía? ¿Cómo lo recibe?
—No me he sorprendido, estoy contenta. Es una magnífica noticia y también un reencuentro con ella, ya que trabajamos juntas durante su etapa de juvenil. Creo que va ser un trabajo interesante y lo recibo con mucho orgullo. Su regreso solo puede significar cosas positivas para el disco cubano.
—Una radiografía de su estado actual….
—La veo bastante bien. Que no esté en su peso es normal cuando se está alejada de las pistas, sobre todo durante la maternidad, donde es difícil mantener el peso. Así y todo, está muy bien.
“Hay que tener en cuenta que Yarelis es una atleta con mucha experiencia y sabe lo que cuesta regresar. Ella está lista para asumir el esfuerzo y sacrificio que exige volver a las filas del equipo y reencontrarse con su forma física”.
—¿Han pactado las estrategias?
—La cuestión es trabajar fuerte, y el progreso va a depender fundamentalmente de su voluntad.
“Ahora mismo estamos en el primer macro del entrenamiento y nuestro primer objetivo es que logre recuperar los elementos físicos y técnicos que le caracterizaban antes de asumir la maternidad. Luego nos enfocaremos en las marcas, con la meta primaria de lograr la cota de clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a tono con las exigencias de la Federación Internacional y también de las que propone a lo interno la Comisión Nacional.
”La clave en este proceso es lograr que ella pueda competir lo suficiente para que llegue en forma óptima para asumir los Juegos Olímpicos en la mejor condición posible. En materia de números, se trata de estabilizar las marcas en el orden de los 65 o 66 metros”.
—Visto así, ¿podríamos repetir la experiencia de contar con tres representantes cubanas bajo los cinco aros?
—Creo que es posible, esa es la meta por la que trabajamos.
Hilda Elisa Ramos es la preparadora de Yaimé Pérez, otra destacada atleta cubana que a sus 24 años colecciona experiencias a nivel internacional con un historial ascendente de resultados personales que encuentra colofón en los 67.13 metros que le coronaron en la parada de Lausana de la Liga de Diamantes 2015.
—Hablemos de Yaimé, ¿cómo valora su desempeño en la temporada que culmina?
—Nosotros consideramos que avanzó con respecto al año anterior (2014), aunque es cierto que esperaba mucho más de ella en el Campeonato Mundial. Como se pudo ver, fue una competencia bastante disputada hasta el último disparo, donde la estelar Sandra Perkovic sacó a relucir la clase de atleta que es y la dejó fuera del podio. Yaimé estuvo descoordinada en la final de Beijing y esto la llevó a tomar un poco de precaución a la hora de buscar una marca superior.
—¿Alguna causa especial de esa descoordinación?
—Es un resultado de la presión de la competencia. En los primeros disparos se presionó muchísimo y tuvo que comenzar desde cero. Ya después en video, analizamos paso por paso la competencia y discutimos cada uno de los errores cometidos. En ese caso debemos apoyarnos un poco más de los psicólogos del equipo para que nos orienten cómo enfrentar estos momentos de desconcentración durante la competencia, aunque desde mi experiencia entiendo que es una situación que nos ha tocado a todos y debemos estar capacitados para superarla nosotros mismos.
“Yaimé lo logró en China, pero un poco tarde porque la decisión de si tenía su medalla o no quedó a merced de lo que hiciese la Perkovic. Así y todo, yo me quedo con la parte positiva: la capacidad que mostró de poder reaccionar”.
—Objetivos…
—El trabajo no estará muy alejado del que realizamos la pasada temporada. A su vez, potenciaremos lo que te comentaba, lograr erradicar esa tendencia a desconcentrarse durante las competencias. Para esto, la mejor medicina es competir y mucho.
“En cuanto a sus marcas, hay que estabilizarlas sobre los 66 metros y proyectar la planificación en aras de que logre sus mejores resultados en la competencia fundamental. Yaimé puede lanzar por encima de los 67 metros sin problemas, por ahí se mueve el mundo y considero que se puede situar entre las mejores atletas del mundo. De manera que todo tiene el objetivo de mejorar el cuarto lugar del pasado mundial en los Juegos Olímpicos. Es difícil, pero no pensamos en metas imposibles”.
—La final de Beijing, ¿cómo la valora?
—Impresionante desde el comienzo hasta el final. La disfruté muchísimo. Todo comenzó con el súper disparo de Denia y terminó con el último intento de Sandra en busca de su medalla. Creo que todas las atletas dieron lo mejor de sí. En cuanto al disparo de Denia, fue un momento espectacular, todo lo hizo bien, combinó todas sus virtudes y siempre arriesgó en busca de una marca superior. Eso influyó muchísimo en el resto de las competidoras. Además, significaba el regreso de nuestra delegación a lo más alto de podio luego de un buen tiempo ausente.
—Su récord nacional, de 70.88 metros, ha estado vigente desde 1992. Denia Caballero ha lanzado 70.65 metros este año, parece que le queda poco tiempo de vida.
(Risas) —¡Claro que le queda poco tiempo de vida!. Por la forma que alcanzó Denia pensé que se rompía este año. Ha pasado mucho tiempo, ya era hora de que alguien se acercara a esas marcas.
Ojalá Yarelis pueda lograr lo que se propone, aunque me parece bastante difícil lanzar constante sobre los 65-66 m. En competencias solo logró superar los 66 m, en los juegos Olímpicos y por poco se queda sin medalla.