Por: Miguel Ernesto/ Mi columna deportiva
Cuando pensamos que el béisbol cubano había tocado fondo, tras una serie de pobrísimos resultados en diferentes eventos internacionales, acabamos de comprender que estábamos equivocados: la eliminación en la fase eliminatoria de los Juegos Panamericanos Lima 2019 demuestra que el hueco es mucho más profundo.
En la capital peruana hubo de todo un poco: pésima dirección, horrible trabajo de los lanzadores abridores y escaso bateo. Rey Vicente Anglada no supo mover a sus jugadores (¿por qué demorar la sustitución de Yoanni Yera, en el quinto inning, con el juego empatado ante Canadá?), Yurisbel Gracial decepcionó a los que lo vieron como el “salvador” de la alineación y los contratados en la Liga Canam poco pudieron aportar.
Quizás lo más triste sea comprobar que Cuba llevó a los Panamericanos a lo mejor que todavía queda en la Serie Nacional y a los jugadores que están en Japón (con la excepción de Alfredo Despaigne); mientras, el resto de los equipos se presentó con peloteros que no se acercan al nivel de otros de sus coterráneos que están en organizaciones del béisbol organizado estadounidense…y ni siquiera esto fue suficiente para garantizar una ubicación entre los cuatro primeros lugares.
Esta ha sido la peor actuación del béisbol cubano en Juegos Panamericanos. Ahora vendrán los “análisis”. Probablemente sea difícil convencer a Anglada para que dirija en el Premier 12 y, dentro de unos días, comenzará una nueva edición de la Serie Nacional. Vamos por más es el eslogan de la delegación en Lima…pero, ¿por más qué?
Muy bueno el artículo. Es de los que nadie se atrevería a publicar en el Granma. Solo una pequeña corrección de mi parte: El lema no es idea de la delegación, sino del INDER. Han querido evadir las críticas por lemas como «Vamos por el segundo lugar» y lo han disfrazado. Lo mismo sucede con los pronósticos que ahora no son pronósticos, sino objetivos, pero en todos los periódicos se lee que este o aquel atleta no logró el oro como se esperaba. Los atletas van a los Panamericanos y a los Centrocaribes totalmente presionados porque alguien les dice de la necesidad imperiosa de que ganen medallas de oro para la delegación. Cuando esto no funciona, los atletas se sienten defraudados y quién sabe cómo reaccionen. Los periodistas atacan verbalmente a los atletas que «no cumplen» creyéndose que están en su deber, pero en realidad los atletas hacen lo que pueden, y cada día no es igual. Es que los otros también entrenan.
Creo que si en el INDER en lugar de invertir su tiempo en buscar justificaciones y expresiones para evitar la crítica al mal trabajo se interesaran por mejorar todo lo que se pudiera mejorar, el deporte cubano estaría mejor parado. De nada vale cambiar al jefe si se quiere mantener la misma política y todos los cambios, sean reales o solo de palabra necesitan tiempo para verse resultados. O sea que si nos pasamos muchos años destruyendo el deporte con decisiones erróneas, eso no se puede reparar en solo una temporada.
Veamos el ejemplo del voli de playa y del taekwondo. Este año asistieron al mundial, pero como preparación a los Panamericanos. Los atletas de otros países asisten a todo mundial o evento que pueden. Fogueo al más alto nivel, pero solo dependiendo de los intereses del INDER, le llmaría yo a esa política deportiva cubana. Resultado: Ambos deportes quedaron por debajo de las expectativas.
Más eficiente sería concentrarnos en pocos deportes donde tenemos talento, buenos entrenadores y posibilidades de llegar a la élite mundial, primeramente garantizar a esos deportes las condiciones de preparación y el fogueo constante al más alto nivel y ya veríamos otros resultados. Al final con menos participantes donde todos fueran medallistas, se obtendría la misma cantidad de medallas que llevando a una delegación mumerosa y para ello no sería necesario invertir más en la preparación de todos en el extranjero.
Si fuera el béisbol solamente!!!, el INDER se está dirigiendo con la mentalidad de hace 20 años y así no se avanza si no como lo demuestra la vida se retrocede. Ni antes del 59 teníamos un desempeño tan deplorable. Las medallas que se ganaban por aquel entonces eran mérito del esfuerzo del atleta, no de la política de un organismo que se pone a sacar cuentas sobre la mesa y al final ninguna le da resultados. Los atletas sin fogueo compiten con mucha presión y todo es para dedicárselo a quien quizás no lo merecen. Que se lo dediquen a ellos mismos a sus familias y que su pueblo disfrute, se les respeta ya ganen o pierdan pero con la dignidad de la lucha. Me duele el deporte cubano, porque hay para mucho más si se piensa en el atleta no en las medallas que nos consiga.