Las redes hablan del béisbol cubano y de un giro inesperado en la trayectoria de uno de sus jugadores más icónicos: Dánel Castro, quien tras 30 años de actividad en el diamante y más de dos décadas como líder indiscutible de los Leñadores de Las Tunas, ha iniciado una nueva etapa como entrenador de bateo, ahora con los Cachorros de Holguín.

Con esta «mutación» de roles y territorios, Dánel deja atrás el uniforme que lo vio crecer y brillar en el estadio Julio Antonio Mella para contribuir desde el banquillo al desarrollo de jóvenes talentos en Holguín. Aunque la decisión ha sorprendido a sus seguidores en Las Tunas, el cambio tiene una historia que la respalda. Dánel comentó que, aunque fue considerado para dirigir un equipo juvenil en Las Tunas, prefirió no aceptar, en parte porque su hijo integraba esa selección. Sin embargo, hace años había dado su palabra a Holguín, equipo que le había propuesto el rol de entrenador, y cuando nuevamente le hicieron la oferta, aceptó en un gesto de compromiso y lealtad.

“hace cinco años cuando pensaban que yo me iba a retirar los directivos del plantel holguinero me  hicieron la propuesta y entonces dije que sí. Ahora me lo reiteraron y no pude negarme porque eso va  contra mi palabra”.

A sus 47 años, Dánel se retiró del terreno activo como el líder histórico en hits de la Serie Nacional, con 2,502 imparables, un logro sin precedentes que reafirma su relevancia en la historia del béisbol cubano. Con tres títulos nacionales en su haber y múltiples éxitos internacionales, incluidas medallas en campeonatos mundiales y panamericanos, Dánel Castro ha dejado una huella imborrable como jugador. Sin embargo, el cambio de roles le permite ahora compartir su vasta experiencia con las nuevas generaciones, ayudando a formar futuros talentos en el arte de batear.

Este cambio marca un adiós emotivo para la afición tunera, quienes seguirán recordándolo en el cajón de bateo, agachado como un felino, esperando el lanzamiento perfecto para impulsar a su equipo. La «Panterita» se convierte ahora en mentor, demostrando que el espíritu competitivo y la pasión por el béisbol siguen vivos, aunque desde una nueva posición.

Con información de ACN