Perú también nos había derrotado previamente, pero este equipo Cuba que hoy está en Guadalajara ha dado un vuelco a la imagen que de ellas todo el mundo, incluida la prensa nacional, tenía.
Y saltaron a la cancha con la confianza ganada en el partido de ayer frente a Brasil y dominaron claramente los primeros parciales con marcadores holgados a su favor.
Entonces llegó el tercer set, donde las peruanas nivelaron las acciones, mayormente ayudadas porque las nuestras disminuyeron su rendimiento, pero el propio hecho de estar debajo en el marcador fue un aliciente adicional para ver de qué pueden ser capaces estas jovencitas.
Primero fue Yoana, que ante la baja ofensiva de Kenia en el partido de hoy, volvió a cargar con las acciones a la hora buena y no falló.
Después llegó otra muestra de lo interesante que es el sistema con el que solo Cuba sabe jugar en el mundo, esa obra maestra de Eugenio George que ha pasado de generación en generación –al igual que la estirpe-. ¡6-2; la única formación en la que todo el mundo ataca! Y precisamente la armadora y capitana, Yusidey Silie, pidió la bola e hizo el punto que nos volvió a poner delante.
¡Qué importa ahora si en la acción siguiente las manos de las peruanas rozaron el ataque de Kenia! Si acto seguido y cuando parecía que ya todo estaba visto, se alzaron sobre la net y apagaron la corrida que durante todo el choque nos había hecho daño, para sellar la victoria con una torre a cuatro manos que sembró la pelota en el área peruana.
Al final los parciales se pactaron con marcadores de 18-25, 19-25 y 24-26.
Otra vez deslumbra esta selección y me estremecí con las acciones finales, porque sacaron el extra que por morenas les viene en la sangre. Porque supieron arreglar los propios errores cometidos durante el set y terminaron las acciones con la única medida justa para un partido que no llevaba otro final que el de 3 set por 0.
Créditos otra vez para Roxana Giel, Yusidey Silie, Gisselle de la Caridad Silva y Yoana Palacios. Para mañana el rendimiento tiene que ser superior y se impone una mejoría en el juego de Kenia y Yanelis.
Lo importante es que ya estamos en semifinales y ahora hay que seguir pa´ lante. Estos partidos no quiero que nadie me los cuente. Quiero otra dosis de Cuba – Brasil pero para ello, antes hay que dejar a Estados Unidos en el camino.
Por cierto creo que es una tarea compleja pero plenamente alcanzable. Estados Unidos es un rival de cuidado aún cuando no ha arribado a Guadalajara con sus principales figuras pero pienso que nuestras chicas han presentado credenciales para salir airosas y colarse en la final para protagonizar nuevamente ese duelo que toda América está esperando.
Solamente resta no perder la concentración en los momentos claves, no bajar el nivel de juego bajo ningún concepto y reducir al mínimo los errores cometidos, sobre todo en el saque, que es lo que más nos ha estado golpeando.
Esperemos a mañana
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