Por Michel Ortega de Armas (@MichelOrtega11)/Tomado COCO
Usted puede preguntarse por qué sugiero al Grupo C como el más parejo del venidero Campeonato Mundial de Fútbol, si existen otras llaves con varios equipos presumiblemente más fuertes. Lo que pasa es que en ningún otro apartado existe -al menos sobre el papel- mayor paridad; al punto de que sea quizás el más difícil de pronosticar.
No obstante, y sin querer apelar a una bola mágica, si nos guiamos tanto por las nóminas de estas selecciones, como por la temporada que han tenido varios de sus jugadores, resaltan a la vista los planteles de Colombia y Costa de Marfil; por encima de los de Grecia y Japón.
Comencemos analizando a la selección cafetera:
Colombia llega a esta Copa del Mundo como una de las revelaciones del panorama futbolístico en los últimos años, junto a Bélgica. Así lo confirma su posicionamiento entre los cinco primeros países en el ranking de la FIFA.
El equipo del argentino José Néstor Pekerman cuenta con una plantilla donde se destacan los nombres de: Cristian Zapata (Milan), James Rodríguez (Mónaco), Fredy Guarín (Inter) y Juan Guillermo Cuadrado (Fiorentina), aunque altamente marcada por la confirmada ausencia de su estrella Radamel Falcao (Mónaco).
Los colombianos poseen un buen nivel en todas las áreas de juego, sobre todo del mediocampo hacia arriba. Hay que destacar que los volantes James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado han terminado de dar el salto cualitativo que se esperaba de ellos.
En el caso de James terminó como máximo asistidor de la Liga Francesa. Y la gran campaña vivida por Cuadrado, quien se ha convertido en un jugador bien polivalente, pues en el cuadro viola ha participado como lateral, interior, extremo y mediapunta; lo ha llevado a acaparar el interés de varios equipos grandes de Europa, entre ellos, según la rumorología, el que más fuerte pujará por él en el verano será el Barcelona, supuestamente para llenar el vacío que puede dejar la salida de Dani Alves.
Pero no por falta de pólvora hacia delante, porque en definitiva de esa labor se pueden ocupar Jackson Martínez (Oporto), Adrián Ramos (fichado hace poco por el Borussia Dortmund) y el sevillista Carlos Bacca. La importancia de Falcao tiene que ver en parte con el liderazgo que este ejerce, en parte por la posición en la que a mi entender pudiera aportar de manera significativa solo él, la que generalmente realiza el número 10 de cada equipo.
Los “cafeteros” ya demostraron en la eliminatoria de América de qué están hechos, puesto que allí se quedaron con la segunda plaza directa a Brasil, solo por detrás de Argentina. Además, en estos momentos reúnen quizás al mejor equipo de su historia, incluso por encima de aquel histórico del “Pibe” Valderrama. Los colombianos tienen en este Mundial una posibilidad real de superar, o al menos empatar su mejor resultado en estas citas, que se remonta a Italia 1990, donde llegaron hasta los octavos de final.
Costa de Marfil
Los marfileños llegan a este torneo con una deuda enorme con ellos mismos y con su afición, puesto que presumiendo desde hace años de la mejor nómina -en papeles- de África, esta generación de futbolistas bien talentosos no ha conseguido ningún resultado de relevancia en la arena internacional, y varios de ellos ya están en decadencia, o cerca del bajón que forma parte del ciclo natural de todo atleta.
En su plantilla suenan en grande los nombres de: Kolo Touré (Liverpool), su hermano Yaya Touré (Manchester City), Didier Drogba (Galatasaray), Gervinho (Roma) y Wilfried Bony (Swansea).
Los dirigidos por el entrenador francés Sabri Lamouchi llegan a esta Copa del Mundo tras derrotar en las eliminatorias africanas a Senegal.
Los “Elefantes” africanos están quizás con la última gran oportunidad de esta talentosa generación, de hacer un gran papel, al menos con esta nómina se les exige su pase a octavos de final.
Para ello será fundamental que su hombre más talentoso Yaya Touré, demuestre la visión de juego que lo ha llevado a convertirse en uno de los mejores volantes de este siglo; sin miedo a que me crucifiquen me atrevo a elevarlo un poco más… uno de los mejores de la historia del fútbol. Su peso puede ser mayor aún si tenemos en cuenta su excelente temporada, en gran parte responsable de la coronación en la Premier del Manchester City; sus 20 goles y nueve asistencias, así lo ratifican.
Grecia
Los helénicos llegan a Brasil con conjunto bien equilibrado en cuanto a experiencia y juventud, y con más o menos la misma filosofía con la que se titularon campeones de la Eurocopa de Portugal, hace ya 10 años.
Precisamente de ese equipo que sorprendió al mundo y consiguió desbancar a grandes potencias se mantiene uno de los jugadores más talentosos que ha dado el fútbol griego, y que debe ser una vez más quien lleve los hilos del medio del campo, Giorgios Karagounis.
Otros nombres que deben pesar en esta selección son el defensa Sokratis Papastathopoulos (B. Dortmund), el centrocampista Sotiris Ninis (Paok) y los delanteros Giorgios Samaras (Celtic) y Kostas Mitroglu (Fulham).
Los dirigidos por el portugués Fernando Santos llegan a la fase final de la Copa del Mundo luego de vencer en el repechaje europeo a Rumanía.
Una vez más los griegos intentarán imponer su juego físico y su catenaccio defensivo, en un grupo en el que cualquiera de sus cuatro integrantes puede clasificarse, e incluso quedar primero de llave.
Japón
Los nipones llegan a esta instancia con el cartel de menos fuerte, a pesar de contar con una plantilla que presume de varios jugadores bien talentosos, que militan en los principales clubes de Europa.
Resaltan en la nómina del país del sol naciente los nombres de: Yuto Nagatomo (Inter de Milan), Ke
isuke Honda (Milan), Shinji Kagawa (Manchester United) y Makoto Hasebe (Wolfsburgo).
Los dirigidos por el italiano Alberto Zaccheroni fueron los primeros en ganarse el viaje a Brasil por Asia, y uno de los primeros equipos en conseguirlo entre todos los clasificados.
Además, los japoneses han alcanzado excelentes resultados en sus últimos amistosos, donde resalta su victoria 3×2 sobre Bélgica y el empate a dos con Holanda.
Para ellos será vital el rendimiento de sus dos principales figuras Keisuke Honda y Shinji Kagawa, quienes junto con Hasebe deben encargarse de la creación de juego ofensivo, para ver si sus delanteros Shinji Okazaki (Mainz 05) y Hiroshi Kiyotake (Núremberg) pueden convertir esas jugadas en goles.
De todas formas este grupo no debe caracterizarse por su juego ofensivo, y la clave para clasificar a la próxima ronda debe estar en alcanzar aproximadamente cinco puntos, algo que pudiera estar al alcance de los japoneses.
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