Por: Reynier Batista (Narrador y comentarista deportivo de Radio Victoria)

Escribir el apellido Despaigne en Google por estos días, es recibir un vendaval de informaciones deportivas, y el mayor número de ellas relacionadas con el béisbol. Mucha lógica hay en que así sea ya que se está desarrollando la etapa semifinal de la Quincuagésimo Primera Serie Nacional y dos de los peloteros que tienen mayor protagonismo en la misma son con el mencionado apellido.
Alfredo y Odrisamer roban titulares por sus excelentes actuaciones, uno como bateador representando al equipo de Granma y el otro como lanzador de Industriales. ¿Se imaginan una final que los involucre a ambos?

Para tener la respuesta a esa pregunta aún falta, pero valdría la pena imaginarse este enfrentamiento. De todas maneras un vistazo a la clasificatoria de la temporada nos permite percatarnos, de que Odrisamer sacó mejor tajada del enfrentamiento. Se midieron tres veces el 20 de enero y Alfredo falló en todas las oportunidades, dos de ellas por la vía del ponche, con una buena línea al jardín central.

El oriental que usa el bate de madera como arma de combate vive su mejor campaña en el acápite que mejor cumple: pegar jonrones. En esta temporada ya anda por 41, siendo el único cubano que sobrepasa las 40 en la historia de nuestro béisbol.

De su poder podemos decir más, ya tiene más de 200 vuelacercas, llegando a los 205 actuales, en apenas siete temporadas y para su alegría y la de todos los que le siguen será memorable uno de manera especial, el que marca la segunda centena.

Ese fue además de su jonrón 200, el 36 de la clasificatoria que lo convierte en el nuevo récord nacional, y lo más interesante, lo pegó con la velocidad de sus piernas porque fue dentro del terreno.

Por su parte el que viste de azul y se sube a la lomita con al gorra de lado, está en momentos consagratorios. En esta 51 serie archiva 17 éxitos, cuatro de ellos en los play off, resultado que lo convierten y ratifican como el principal lanzador del staff de su equipo.

Los números de este capitalino fueron excelentes en la clasificatoria donde ganó 13 juegos con ocho reveses, con un formidable 2.60 de promedio de carreras limpias (quinto), bateándole sus contarios apenas para 218 de average y compartiendo con 128 ponches, el liderazgo del departamento, aunque segundo por entradas lanzadas.

Hasta el momento en la post-temporada sus números mejoran. Cuatro ganados ninguno perdido, 222 la batean sus rivales y su efectividad fascinante, 0.80 por cada nueve entradas lanzadas.

No narro ni para Granma ni para Industriales, pero que bien sonaría: Ahí viene el envío de Despaigne para Despaigne.